Este lunes 19 de febrero de 2024, Colombia ha experimentado una serie de sismos que han provocado preocupación entre sus habitantes. Estos eventos naturales, registrados en diversas regiones del país, destacan por su frecuencia y magnitud, particularmente en el municipio de Santander, que se ha visto especialmente afectado. Este fenómeno ha impulsado una vigilancia constante y un análisis detallado por parte de las autoridades competentes, con el fin de informar y prevenir a la población sobre posibles riesgos.

El Servicio Geológico Colombiano (SGC) juega un rol crucial en la detección y estudio de estos fenómenos. Gracias a una extensa red de estaciones sismológicas, repartidas a lo largo y ancho del territorio nacional, es posible registrar y analizar la actividad sísmica de manera continua. Esta infraestructura permite identificar con precisión los epicentros y magnitudes de los sismos, ofreciendo información vital para la seguridad de los ciudadanos y la toma de decisiones por parte de las autoridades.

La naturaleza sísmica de Colombia se debe en gran medida a su posición geográfica, situada en el punto de encuentro de varias placas tectónicas: la Placa de Nazca, la Placa del Caribe y la Placa Sudamericana. La interacción entre estas placas genera una considerable cantidad de energía que, eventualmente, se libera en forma de terremotos. La existencia de fallas geológicas activas en el territorio nacional también contribuye a la frecuencia de estos eventos, lo que requiere una vigilancia y preparación constantes.

Entre las áreas más susceptibles a la actividad sísmica se encuentra el Eje Cafetero, conformado por ciudades como Manizales, Armenia y Pereira, así como el departamento de Santander. Esta última región se localiza en una zona de alta actividad sísmica debido a la subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana. Adicionalmente, el Valle del Cauca, alrededor de Cali, y el departamento de Nariño, cercano a la frontera con Ecuador, son otras zonas propensas a experimentar temblores con cierta regularidad.

La vigilancia y el estudio de la actividad sísmica en Colombia son esenciales para comprender estos fenómenos naturales y mitigar sus posibles impactos. La labor del Servicio Geológico Colombiano, junto con el apoyo de tecnologías avanzadas y la difusión de información oportuna, son clave para garantizar la seguridad de la población. Mantenerse informado a través de fuentes confiables y seguir las recomendaciones de las autoridades son prácticas fundamentales para enfrentar estos desafíos naturales con mayor preparación y serenidad.