Rescatadas las seis monjas secuestradas en Haití

Rescatadas las seis monjas secuestradas en Haití


El Papa Francisco y la Comunidad Internacional Abogan por la Paz en Haití

En una conmovedora manifestación de solidaridad y preocupación, el Papa Francisco emitió el domingo pasado un llamado vehemente por la liberación de seis religiosas pertenecientes a la Congregación Santa Ana, así como de sus dos acompañantes, quienes fueron secuestrados en la tumultuosa ciudad de Puerto Príncipe, Haití. Este llamamiento resonó en todo el mundo, tocando los corazones de creyentes y no creyentes por igual, destacando una vez más la vulnerabilidad y el sufrimiento que aflige a esta nación caribeña.

La noticia de la liberación de las monjas, que surgió como un faro de esperanza en medio de la turbulencia, fue confirmada por el arzobispo metropolitano de Puerto Príncipe, Max Leroys Mesidor. El líder religioso, quien también preside la Conferencia Episcopal local, expresó su profundo agradecimiento a Dios y a todos aquellos que apoyaron durante este periodo de angustia. "¡Damos gracias a Dios! Gracias por vuestro apoyo", fueron sus palabras, reflejando el alivio y la alegría que inundó a la comunidad tras recibir esta noticia.

Durante el Ángelus, un momento de reflexión y oración que une a millones de católicos alrededor del mundo, el Papa Francisco expresó su profunda preocupación por la situación en Haití. Desde la ventana del Palacio Apostólico, hizo un llamado apasionado, no solo por la liberación de las religiosas, sino también por el cese de la violencia que azota incansablemente a la población haitiana. "Rezo por la armonía social en el país y hago un llamamiento a todos para que se ponga fin a la violencia que tanto sufrimiento está causando a esa querida población", declaró el Pontífice.

Paralelamente, en un acto de coraje y solidaridad, monseñor Pierre-André Dumas, obispo de Anse-à-Veau-Miragoâne y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, se ofreció como rehén en lugar de las monjas. Sus palabras, transmitidas a través de Radio Vaticana, reflejan la gravedad del momento: "Secuestrar a mujeres que dedican su vida a salvar a los pobres y a los jóvenes es un gesto que verá el juicio de Dios". Estas declaraciones no solo condenan el secuestro, sino que también ponen de relieve la serie de violencias que desfiguran el rostro de Haití.

En una nota difundida recientemente, monseñor Dumas compartió su gratitud tras la liberación de los ocho rehenes. Destacó que este traumático evento ha puesto a prueba la fe de la comunidad, pero aseguró que dicha fe sigue siendo firme e inquebrantable. "Hemos ‘clamado’ a Dios, y ‘Él nos ha hecho fuertes en nuestras pruebas y ha devuelto a nuestros cautivos a la libertad. Ha convertido los corazones endurecidos y liberará a Haití de todo mal, para que todos sus hijos conozcan la alegría de una libertad inestimable".

En este contexto de reflexión y oración, la Iglesia católica haitiana organizó una jornada dedicada a la meditación y adoración eucarística, no solo por las monjas liberadas, sino por todos los secuestrados. El arzobispo Mesidor y el padre Morachel Bonhomme, presidente de la Conferencia de Religiosos de Haití, emitieron una nota conjunta instando a la creación de una cadena de oraciones incesantes por la liberación de los secuestrados, y para que "dejen de pisotear la dignidad inalienable de los hijos de Dios".

La situación en Haití sigue siendo una preocupación internacional, y la reciente liberación de las monjas se ha convertido en un símbolo de esperanza y de la capacidad de la fe y la solidaridad para sobreponerse a la adversidad. Este evento no solo destaca la importancia de la unidad y el apoyo mutuo en tiempos de crisis, sino que también sirve como un recordatorio de que la paz y la justicia son posibles cuando las comunidades, lideradas por voces tan influyentes como la del Papa Francisco, se unen en oración y acción.



Fecha de publicación: 2024-01-25 13:18:21

Categoría: Haiti