Ecuador ha implementado el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) como parte de su esfuerzo por descentralizar las funciones administrativas del Estado. Este proceso, altamente participativo y multisectorial, busca crear un marco jurídico que promueva o limite actividades económicas en diferentes escalas territoriales. El PDOT se caracteriza por su enfoque en el diagnóstico estratégico, la propuesta de futuro y un modelo de gestión que incluye la participación ciudadana y el monitoreo. A pesar de algunos desafíos en la coherencia regional, iniciativas como PROAmazonia y el Fondo Común del CETA fortalecen la planificación territorial enfocada en la sostenibilidad y el biocomercio.

Desde 1997, Colombia ha trabajado en la adopción de un plan moderno de uso del suelo, culminando en 2023 con la implementación de POT en todos los municipios. La eficacia de este proceso se atribuye a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), que han jugado un papel crucial en la gestión de recursos naturales. Estas agencias, con una base de conocimiento y capacidad institucional impresionante, han facilitado la regulación del uso del suelo y la conservación de ecosistemas clave. Sin embargo, el reto principal radica en la extensión de la presencia estatal en áreas remotas del país.

Los países del Escudo Guayanés, aunque llegaron tarde a la planificación del uso del suelo, tienen la ventaja de haber enfrentado menores presiones de deforestación. Guyana y Surinam están en proceso de revisar sus estrategias de uso del suelo, con un enfoque en la mitigación del cambio climático y el desarrollo sostenible. La minería de oro representa un desafío significativo, pero la planificación territorial ofrece una plataforma para debatir y dirigir el desarrollo futuro. En Venezuela, la zonificación del uso del suelo enfrenta desafíos adicionales debido a la falta de voluntad política y la crisis en la gestión de recursos naturales.

La comparación entre Ecuador, Colombia y los países del Escudo Guayanés destaca la diversidad de enfoques y desafíos en la planificación del uso del suelo en América Latina. Mientras Ecuador y Colombia muestran avances significativos en la implementación de marcos normativos para el desarrollo sostenible, los países del Escudo Guayanés enfrentan retos únicos debido a su tardía adopción de estrategias de planificación y las presiones de la minería de oro. Sin embargo, todos comparten el objetivo común de equilibrar el desarrollo económico con la conservación ambiental, demostrando la importancia crítica de la planificación territorial para el futuro sostenible de la región.