La situación en Haití amenaza con convertirse en catastrófica, advierte el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, haciendo un llamado para permitir un acceso sin restricciones a las agencias de ayuda y asegurar el libre flujo de productos alimenticios. En un país marcado por la violencia de grupos armados, desplazamientos masivos y desorden civil, casi la mitad de la población enfrenta una inseguridad alimentaria aguda, luchando día a día por alimentar a sus familias.

El PMA destaca que el 44% de los haitianos batalla contra la inseguridad alimentaria aguda. La situación se ha agravado debido al reciente incremento de la violencia, que ha bloqueado las rutas de carga, restringido el movimiento de la población y cerrado escuelas, paralizando muchas de las actividades del PMA en el país. Desde principios de febrero, más de 370,000 haitianos en condiciones de extrema inseguridad alimentaria han quedado inaccesibles para la ayuda.

Los niños, en particular, están sufriendo las consecuencias más severas de esta crisis. La violencia y el caos han llevado al cierre de escuelas, privando a cerca de 300,000 niños de las comidas diarias proporcionadas por el PMA, que para muchos representa la única comida completa que reciben en el día. La incapacidad para entregar raciones alimenticias en áreas críticas como el barrio de Cité Soleil en Puerto Príncipe, y a cocinas que alimentan a desplazados recientes, subraya la gravedad de la situación.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que alrededor de 20,000 personas han huido de sus hogares en la capital haitiana desde principios de 2024. Esta situación de desplazamiento forzado solo añade más presión sobre los ya limitados recursos y servicios disponibles para los más vulnerables.

En un esfuerzo por continuar brindando asistencia a pesar de las circunstancias, el PMA está implementando soluciones innovadoras. A través de su programa de red de seguridad social en el departamento de Grand’Anse, realiza pagos a hogares vulnerables utilizando transferencias digitales a través de teléfonos móviles. Este método demuestra cómo la tecnología puede ser un aliado crucial para asegurar la asistencia en tiempos de crisis.

Con el objetivo de asistir a 2.4 millones de personas en 2024, el PMA planea proporcionar tanto efectivo como raciones de comida. Además, trabaja en colaboración con el Gobierno haitiano para ofrecer comidas escolares e implementar programas que permitan a los haitianos producir su propio alimento, buscando soluciones sostenibles a largo plazo para combatir la inseguridad alimentaria.

La crisis alimentaria en Haití es un recordatorio crítico de la necesidad de actuar con urgencia para evitar una catástrofe. La comunidad internacional debe unirse para proporcionar un acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria y buscar soluciones duraderas que permitan a Haití superar este desafío. La solidaridad, la innovación y el compromiso conjunto son esenciales para cambiar el curso de esta crisis y ofrecer esperanza a los millones de haitianos afectados.