Título: Ecuador en la encrucijada: Entre la firmeza y el riesgo de la bukelización
Ecuador se encuentra en una situación crítica, con motines carcelarios, fugas de prisioneros y la toma de un canal que han dejado al descubierto la vulnerabilidad del Estado frente a las organizaciones criminales. La gestión del presidente Daniel Noboa ha declarado el país en conflicto armado interno, considerando a más de 20 organizaciones criminales como terroristas. Sin embargo, este enfoque ha generado temores de que el país termine en una situación similar a la de México o Colombia. A continuación, exploramos las causas de la crisis y el plan del Gobierno.
Firmeza frente al crimen organizado
El presidente Noboa ha adoptado una postura de dureza desde noviembre, respaldada por la dirigencia política y las fuerzas armadas. La intervención policial y militar se presenta como una respuesta contundente a la violencia generada por las organizaciones criminales. Incluso, el expresidente Rafael Correa ha expresado total apoyo a Noboa, llamando a la unidad nacional para enfrentar la amenaza del crimen organizado.
¿Hacia la bukelización?
Noboa ha propuesto el "Plan Fénix", destinado a fortalecer la inteligencia, equipar y preparar a las Fuerzas Armadas, centrándose en la problemática carcelaria. Este plan busca emular el modelo del presidente salvadoreño Nayib Bukele, conocido por su mano dura contra las pandillas. La reciente redada y detenciones masivas sugieren similitudes con las tácticas aplicadas en El Salvador.
Desafíos y riesgos
El país enfrenta una creciente violencia, con críticas a la desregulación estatal y la eliminación del Ministerio de Justicia en 2018, lo que ha afectado la gestión de los centros penitenciarios. La dolarización desde los años 2000 ha facilitado el lavado de activos, atrayendo a organizaciones criminales. Además, la falta de fortalecimiento del sistema de inteligencia en administraciones anteriores ha contribuido al actual escenario.
Mirando hacia el futuro
El respaldo a Noboa se basa en una mayor intervención de las fuerzas de seguridad, que perseguirán a los denominados terroristas, en su mayoría vinculados al narcotráfico y al sicariato. Sin embargo, los indultos y amnistías propuestos para las fuerzas de seguridad podrían complicar aún más la situación. El presidente se inspira en el modelo de Bukele, pero también se enfrenta al riesgo de replicar las tragedias vividas en Colombia y México.
Ecuador está en una encrucijada, y la firmeza del Gobierno es una apuesta arriesgada que busca frenar la escalada de violencia. La población y la comunidad internacional observan con atención cómo evolucionará esta estrategia en un país que busca encontrar el equilibrio entre la seguridad ciudadana y el respeto a los derechos fundamentales.
