En los primeros once días de una intensa lucha declarada por el Gobierno de Ecuador contra el crimen organizado, un total de 2.578 individuos han sido detenidos. Esta medida drástica se enmarca en la declaración de un "conflicto armado interno" que ha sacudido al país. De este número, 158 personas han sido arrestadas bajo la grave sospecha de participar en actos de terrorismo.

Los datos provienen de un informe reciente del Gobierno ecuatoriano, que detalla las operaciones realizadas tanto por la policía como por el ejército a lo largo y ancho del territorio. Según este informe, 22 bandas del crimen organizado han sido categorizadas como grupos terroristas y actores beligerantes no estatales, una decisión que refleja la severidad de la situación.

Entre el 9 y el 20 de enero, las fuerzas del orden no solo han efectuado detenciones sino también han enfrentado situaciones de alta peligrosidad. Cinco supuestos miembros de estas organizaciones han sido abatidos, mientras que dos policías perdieron la vida en el cumplimiento de su deber. Asimismo, once agentes fueron rescatados de situaciones de secuestro, presuntamente perpetradas por estas mismas mafias.

El arsenal incautado en estos operativos es testimonio de la magnitud del conflicto: 940 armas de fuego, 1.139 armas blancas, 69 alimentadoras de armas, más de 31.200 balas y 4.763 explosivos. Además, más de 7,1 toneladas de drogas y más de 18.500 dólares en efectivo han sido decomisados, lo que representa un duro golpe al financiamiento y capacidad operativa de estas organizaciones.

El informe del Gobierno también destaca la ocurrencia de trece atentados contra infraestructuras, tanto públicas como privadas, y doce contra establecimientos policiales. Ante esta ola de violencia, se han desplegado un total de 29.024 operativos y se han aprehendido 15 embarcaciones, en un esfuerzo por cortar las rutas de suministro y escape de los grupos criminales.

Un evento que marcó un giro trágico en este periodo fue el asesinato del fiscal César Suárez. Suárez estaba a cargo de la investigación sobre la toma armada del canal de televisión TC, ocurrida el 9 de enero en Guayaquil. Este incidente culminó con el arresto de 13 personas, pero la muerte del fiscal ha resaltado los riesgos y desafíos que enfrentan aquellos en primera línea en esta lucha contra el crimen organizado.

La situación en Ecuador refleja una determinación inquebrantable por parte del Gobierno para erradicar las redes de crimen organizado. A través de operativos extensos y medidas enérgicas, el país está enfrentando uno de sus mayores desafíos en la historia reciente. Este conflicto armado interno no solo está redefiniendo la lucha contra el crimen sino también exponiendo la valentía y el sacrificio de aquellos comprometidos con la seguridad y el orden.