La historia de Mariana López y Mind the Gap revela cómo la educación STEM puede transformar vidas en comunidades vulnerables de México. La fundación busca cerrar brechas educativas a través de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, utilizando metodologías activas para fomentar el aprendizaje significativo.

Desde pequeña, Mariana López se sintió atraída por el servicio social y las misiones, un interés que la llevó a reconocer las necesidades profundas de su país. Al convertirse en madre, su motivación se intensificó, convencida de que la educación es la herramienta más poderosa para el cambio social. Su inspiración para ayudar surge de un compromiso genuino con las comunidades vulnerables y la creencia en el poder transformador de la educación.

La travesía de Mind the Gap comenzó introduciendo programas de STEM en escuelas privadas, lo que permitió a Mariana y su socio ganar reconocimiento y experiencia. La creación de la fundación fue un proceso meticuloso, enfocado en operar con transparencia y ética, y en establecer alianzas estratégicas esenciales para su éxito. Este enfoque colaborativo ha sido clave para superar los desafíos iniciales y avanzar en su misión educativa.

Mariana identifica la percepción de la donación versus inversión en educación como un obstáculo significativo. Para ella, el verdadero progreso viene de invertir en educación, no solo de donar a ella. Este desafío inspiró la creación de Mind the Gap, buscando cambiar la forma en que las empresas y organizaciones ven y contribuyen a la educación en México.

El sueño de Mariana es provocar un cambio duradero y medible a través de la educación de calidad, especialmente en áreas de STEM, consideradas las carreras del futuro. Su objetivo es no solo transformar comunidades sino también asegurar que estos cambios sean sostenibles a largo plazo. La estrategia de Mind the Gap incluye un diagnóstico detallado de las necesidades educativas para implementar soluciones efectivas y pertinentes.

Entre las enseñanzas más valiosas, Mariana destaca la tolerancia a la frustración y la resiliencia. Liderar una fundación conlleva numerosos desafíos, desde la búsqueda de financiamiento hasta la gestión de proyectos. Sin embargo, la satisfacción de ver el impacto real en las vidas de los niños y jóvenes compensa con creces los obstáculos. Observar su creciente interés en la educación y su desarrollo de habilidades es la mayor recompensa y lo que impulsa a Mariana a continuar su labor.

La historia de Mariana López y Mind the Gap es un testimonio del poder de la educación para cambiar vidas y comunidades. A través de la dedicación, la innovación y la colaboración, se están sentando las bases para un futuro más brillante para los jóvenes de México. La fundación Mind the Gap no solo está cerrando brechas educativas sino que también está sembrando la semilla del pensamiento crítico, la creatividad y el empoderamiento en la próxima generación, asegurando que el legado de Mariana y su equipo perdure en el tiempo y continúe inspirando a futuros líderes y emprendedores.