La economía israelí se desploma un 20% en tres meses de guerra

La economía israelí se desploma un 20% en tres meses de guerra


Impacto Económico de la Guerra en Israel: Una Recesión Histórica

Un Descenso Económico sin Precedentes

En los últimos tres meses de 2023, Israel experimentó una contracción económica del 19,4% interanual, marcando el período más desafiante para su economía desde el devastador impacto de la pandemia de coronavirus en 2020. Este descenso se produce en el contexto de una guerra contra Hamás, que no solo ha dejado una huella profunda en el tejido social y político del país sino que también ha socavado severamente su economía. La Oficina Central de Estadística de Israel reveló estos datos alarmantes, evidenciando la magnitud de la crisis económica derivada del conflicto, que comenzó formalmente el 7 de octubre tras una incursión de Hamás en territorio israelí.

La Economía Ante el Conflicto

Antes de la guerra, Israel disfrutaba de un crecimiento económico robusto, con un aumento del 2,7% en el tercer trimestre de 2023. Sin embargo, el conflicto ha revertido esta tendencia, provocando una caída dramática en el consumo y en la importación de bienes y servicios, con descensos del 26,9% y 42,4% respectivamente en el último trimestre del año. Esta desaceleración ha llevado a una ralentización general del crecimiento económico a un modesto 2% en 2023, comparado con el 6,5% del año anterior.

Repercusiones en el Consumo y el Comercio

El impacto del conflicto se ha sentido en varios frentes económicos, incluyendo una disminución del 0,7% en el consumo privado y caídas en la importación y exportación de bienes y servicios. Estos descensos contrastan marcadamente con los incrementos observados en 2022, lo que subraya la grave interrupción causada por la guerra.

El Veredicto de las Agencias de Calificación

La gravedad de la situación se refleja en la reciente degradación de la calificación crediticia de Israel por Moody's, de A1 a A2, con una perspectiva negativa. Esta decisión, un hito en la historia económica del país, apunta a un aumento significativo del riesgo político, el debilitamiento de sus instituciones y su fortaleza fiscal debido al conflicto. Similarmente, Standard & Poors y Fitch han ajustado sus perspectivas sobre Israel, señalando el riesgo de expansión del conflicto y colocando al país bajo vigilancia negativa.

La Postura del Banco Central Israelí

Ante este oscuro panorama, Amir Yaron, presidente del Banco Central Israelí, intenta transmitir una nota de calma, recordando que Israel ha superado crisis geopolíticas previas incluso con una mayor relación deuda/PIB. Sin embargo, el costo económico de la guerra, estimado en unos 70.000 millones de dólares, ha obligado a revisar a la baja las expectativas de crecimiento para 2023 al 2%. Esta cifra contempla los gastos en armamento, salarios a soldados y el impacto de la movilización de reservistas en la economía.

Desafíos y Estrategias Futuras

El Gobierno israelí se enfrenta ahora al desafío de financiar un creciente déficit presupuestario, que se estima alcance el 6,6% del PIB a finales de 2024. La emisión de bonos se presenta como una estrategia clave para afrontar esta situación, pero el camino hacia la recuperación económica será complejo y exigirá medidas audaces para restaurar la confianza, tanto a nivel nacional como internacional.

La recesión en Israel destaca no solo la fragilidad de las economías ante conflictos inesperados sino también la importancia de la resiliencia y la planificación estratégica para superar los períodos de turbulencia económica. A medida que Israel navega por estas aguas turbulentas, la respuesta del gobierno y la adaptabilidad de su economía serán cruciales para determinar el ritmo y la fuerza de su recuperación.



Fecha de publicación: 2024-02-19 15:43:28

Categoría: Economía