En las últimas semanas, Ecuador ha sido escenario de una intensa batalla contra el crimen organizado, marcada por la declaración del Gobierno de un "conflicto armado interno". Este conflicto ha puesto de manifiesto la determinación de las autoridades ecuatorianas para combatir a las bandas criminales que han desestabilizado la seguridad nacional. A continuación, se presenta un análisis detallado de las acciones emprendidas por las fuerzas del orden en este contexto.

Desde el inicio de esta campaña, el 9 de enero, hasta el 5 de febrero, las cifras reflejan un esfuerzo considerable por parte de las autoridades. Un total de 6,127 personas han sido detenidas, incluyendo 237 arrestos por presunto terrorismo, lo que subraya la seriedad del enfoque gubernamental para erradicar estas amenazas.

Entre los logros más notables se encuentra la incautación de 1,959 armas de fuego, 2,853 armas blancas, 1,079 cargadores de armas, aproximadamente 114,000 balas y más de 9,800 explosivos. Estas cifras no solo reflejan la magnitud de las operaciones, sino también la potencial reducción de la capacidad de daño de estas organizaciones criminales.

Además de las armas, las autoridades han decomisado más de 43.5 toneladas de drogas y más de 166,000 dólares en efectivo, lo que representa un golpe significativo a las finanzas y operaciones logísticas de las bandas del crimen organizado.

El esfuerzo logístico detrás de estas cifras es igualmente impresionante, con 75,302 operativos realizados y la aprehensión de 28 embarcaciones, incluyendo un semisumergible cargado con drogas. Este último hallazgo destaca la sofisticación y los recursos de las redes de narcotráfico, así como la eficacia de las fuerzas del orden en su detección y captura.

La declaración de "conflicto armado interno" por parte del presidente Daniel Noboa el 9 de enero fue una respuesta a una serie de atentados y acciones violentas por parte del crimen organizado. Este periodo ha estado marcado por secuestros de policías, alertas de explosiones, vehículos incendiados, y motines en cárceles que resultaron en aproximadamente 200 rehenes liberados, entre otros actos de violencia.

La situación ha llevado al Gobierno a clasificar a 22 bandas del crimen organizado como grupos terroristas. Este enfoque no solo refleja la gravedad de las amenazas, sino que también permite a las autoridades utilizar medidas más rigurosas en su combate. La captura y el procesamiento de líderes de bandas, como Fabricio Colón Pico y José Adolfo Macías, conocidos como 'Fito', son ejemplos clave de la determinación de las autoridades para desmantelar estas redes.

La lucha de Ecuador contra el crimen organizado, bajo la declaración de un "conflicto armado interno", ha evidenciado la complejidad y la gravedad de los desafíos de seguridad que enfrenta el país. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora subrayan un compromiso firme por parte del Gobierno y las fuerzas del orden para restaurar la paz y el orden. Estas acciones no solo buscan neutralizar las amenazas actuales, sino también prevenir futuras escaladas de violencia, asegurando así la seguridad y el bienestar de los ciudadanos ecuatorianos.