En enero, el Gobierno inició un ambicioso plan de ajuste fiscal, reduciendo el gasto público en casi un 40%. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio para alcanzar un déficit cero, un objetivo crucial en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La estrategia incluyó una notable disminución del 70% en las partidas destinadas a la obra pública y un recorte del 60% en las transferencias a las provincias.

El ajuste fiscal, guiado por el plan económico del gobierno de Javier Milei, busca alcanzar un superávit primario -ingresos menos gastos, excluyendo intereses de deuda- de casi 1 billón de pesos en el primer trimestre de 2024. Este esfuerzo responde a la necesidad de un equilibrio financiero, con un superávit primario que supere los 5 puntos del PBI.

- Obra Pública: El recorte más significativo se observó en la obra pública, con una caída del 70,5% en términos reales. Este sector, vital para el desarrollo de infraestructura, enfrenta un cambio drástico en la asignación de recursos.

- Transferencias a Provincias: Las transferencias a provincias experimentaron una disminución de casi el 60%, impactando significativamente en sus presupuestos y posiblemente en sus proyectos locales.

Es importante diferenciar entre el gasto devengado (órdenes o promesas de pago emitidas) y la base caja (fondos efectivamente pagados). Aunque el informe de Analytica se enfoca en el gasto devengado, la Secretaría de Hacienda, que considera la base caja, podría revelar un ajuste aún mayor.

- Bienes y Servicios: Registraron una reducción del 50,2%.

- Jubilaciones, Pensiones y PAMI: Disminuyeron un 43,2%.

- Programas Sociales: Cayeron casi un 41%.

- Subsidios: Curiosamente, mostraron un aumento del 163% entre enero de 2023 y 2024.

En términos de gasto primario real devengado, la gestión actual ha disminuido el gasto en un 31% respecto a noviembre y un 33,8% interanual. Comparado con las administraciones anteriores, el gasto fue un 50% menor que en el primer mes de Mauricio Macri y un 22% menos que en el de Alberto Fernández.

Para cumplir con el FMI, el Gobierno necesita alcanzar varios hitos:

- Marzo 2024: Superávit de casi 1 billón de pesos.

- Mediados de 2024: Aproximadamente 2 billones de pesos.

- Septiembre 2024: Más de 2,8 billones de pesos.

Estos objetivos son críticos para mantener el acuerdo con el FMI y lograr un superávit primario de 2% del PBI y un equilibrio financiero al final del año.

El ajuste fiscal emprendido por el Gobierno en enero marca un cambio significativo en la gestión económica del país. Si bien estos esfuerzos son esenciales para cumplir con los requisitos del FMI y buscar un equilibrio fiscal, también plantean desafíos y posibles repercusiones en diversos sectores de la economía y la sociedad. La evolución de estas medidas y su impacto real serán claves para entender la trayectoria económica del país en los próximos meses.