La expansión del aforo de Machu Picchu es una medida estratégica para el turismo y responde a una planificación cuidadosa para preservar el patrimonio.

En una decisión histórica, el Gobierno de Perú, liderado por la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, ha anunciado un incremento significativo en el aforo diario de Machu Picchu, el emblemático santuario histórico del país. Del 1 de junio al 15 de octubre, además de en días festivos seleccionados, el límite de visitantes aumentará de 4,100 a 5,600 personas diarias, marcando un alza del 36,5%. Esta medida, según Urteaga, surge de un esfuerzo conjunto con la Unidad de Gestión de Machu Picchu (UGM) para mejorar los servicios turísticos y, al mismo tiempo, garantizar la conservación del sitio.

La reunión que concretó esta medida tuvo lugar en el distrito de Machu Picchu, contando con la participación de la viceministra de Turismo, Madeleine Burns, autoridades regionales y locales, incluidos el gobernador regional de Cuzco, Werner Salcedo, y el alcalde de Machu Picchu, Elvis La Torre. El encuentro subrayó la importancia de un enfoque que equilibre el desarrollo turístico con la preservación del patrimonio.

Una parte crucial de esta estrategia incluye la implementación de un "aforo dinámico", permitiendo una gestión más flexible de las visitas, dependiendo de las necesidades de conservación del sitio y las fluctuaciones en la demanda turística. Urteaga enfatizó que, aunque se busca evitar temporadas bajas en el futuro, cualquier decisión se tomará considerando las necesidades de conservación de Machu Picchu.

La colaboración con la UNESCO juega un papel vital en este plan, proporcionando asistencia técnica y apoyo continuo para asegurar que Machu Picchu mantenga su estatus como Patrimonio de la Humanidad, mientras se adapta a las necesidades contemporáneas del turismo.

Esta noticia llega en un momento crucial para el turismo en Perú, especialmente después de los desafíos enfrentados por el sector debido a la pandemia y los problemas técnicos con la venta de entradas. En respuesta a las dificultades anteriores, el Gobierno está desarrollando una nueva plataforma digital de venta de entradas, en colaboración con autoridades locales y regionales, para facilitar el acceso de los visitantes y mejorar la experiencia turística en Machu Picchu.

La iniciativa de aumentar el aforo de Machu Picchu no solo busca impulsar el turismo en la región sino también demostrar el compromiso de Perú con la preservación de su patrimonio cultural y natural, asegurando que futuras generaciones puedan seguir maravillándose con este antiguo sitio inca. Con estas medidas, Perú se posiciona como un líder en la gestión sostenible del turismo patrimonial, estableciendo un equilibrio entre la accesibilidad turística y la conservación de sus tesoros históricos para el mundo.