El Fenómeno de El Niño es un evento climático de gran envergadura que repercute significativamente en las condiciones meteorológicas globales. En el caso de Ecuador, este fenómeno ha generado una expectativa considerable debido a su potencial impacto en las precipitaciones y, por ende, en la vida cotidiana y el ecosistema del país.

En septiembre de 2023, el gobierno de Ecuador tomó la medida de declarar la alerta naranja en 143 cantones ante la inminente llegada de El Niño, anticipando un incremento en las lluvias, especialmente en la región del Litoral. A pesar de las predicciones, el impacto esperado de las lluvias no se materializó en la fecha estimada del 15 de noviembre. La explicación a este fenómeno reside en el fortalecimiento del anticiclón del Pacífico Sur, que actuó como una barrera, impidiendo la llegada de las lluvias a Ecuador. Este giro inesperado fue visto como un alivio para el país, aunque otros países de la región no corrieron con la misma suerte, enfrentando sequías y otros efectos adversos desde noviembre.

Las autoridades y expertos climáticos, como el CIIFEN y el Inocar, continúan monitoreando de cerca la situación, dado que el estado de El Niño sigue activo. Para febrero, se espera que las lluvias sean superiores a lo normal en la costa centro norte e interior de Ecuador, manteniéndose dentro de lo esperado en otras áreas. Este fenómeno se atribuye al calentamiento de las aguas oceánicas en la región, con anomalías en la temperatura superficial del mar que indican un sostenimiento de El Niño durante los próximos meses.

Aunque las lluvias recientes han mostrado un comportamiento estacional, es fundamental considerar que no siempre un evento de El Niño conlleva un aumento en las precipitaciones. Las condiciones atmosféricas y oceánicas, junto con el calentamiento global y regional, juegan un papel crucial en determinar el impacto real de El Niño en el clima de Ecuador.

Las autoridades han subrayado la importancia de la vigilancia continua y la preparación ante los posibles cambios climáticos. Es vital para la población estar informada y seguir las recomendaciones de las autoridades para mitigar los efectos adversos que puedan surgir.

El Fenómeno de El Niño representa un desafío significativo para Ecuador, dada su influencia en el clima y el bienestar de sus habitantes. Aunque las proyecciones a largo plazo son inciertas, la comprensión y el monitoreo constantes de este fenómeno son esenciales para adaptarse a sus efectos. La cooperación entre instituciones científicas, autoridades gubernamentales y la comunidad es fundamental para enfrentar los retos que El Niño pueda presentar en el futuro.